Nausicaä del Valle del Viento: amor por la naturaleza.
Ha pasado algún tiempo desde que redacte algo aquí, y debo de decir que echaba de menos echar cabeza para pensar cómo empezar a escribir un artículo. Me da algo de alegría poder librar un poco de mi tiempo para poder estar aquí (maldita cuarentena), e intentaré hacerlo más seguido... muy bien, vamos a lo que vinimos.
Sí estás leyendo esto y tienes cierto conocimiento sobre la industria del anime, no te parecerá desconocido el nombre de Hayao Miyazaki; no es para menos, pues fue el co-fundador de Studio Ghibli (スタジオジブリ), una de las casas animadoras más prestigiosas del mundo, y además, el autor y escritor de multitud de historias reconocidas a nivel mundial... que no he visto, cabe resaltar.
Con esa cuestión en mente, me puse a investigar sobre su filmografía, y me percaté de que todo empezó cuándo el señor Miyazaki concibió un manga llamado Nausicaä del Valle del Viento (風の谷のナウシカ), del cuál derivó una película homonima que serviría cómo catapulta para la creación de Ghibli. Sin más, me decidí a echarle un vistazo a está historia para hablar sobre ella en este blog, y así, motivarme a reseñar el resto de películas del reconocido estudio para mi propio disfrute.
Han pasado mil años desde los "7 días de fuego".
Después de una industralización desmedida, la humanidad sobrevive a duras penas junto a una enorme contaminación. Es en este mundo, el cuál se encuentra en guerra, donde nuestra protagonista, Nausicaä, princesa del Valle del Viento, vive. Con sus poderes sobrenaturales, ella es capaz de trascender la mente, teniendo la capacidad de hablar con los animales e insectos. Ella deberá mantenerse en pié ante una civilización devastada y amenazada por la naturaleza, la cuál ahora reclama su autentico lugar, al mismo tiempo que otros humanos buscarán destruirla. ¿Los humanos aprenderán de sus errores, o estarán destinados a la extinción?
La premisa que les acabo de contar creo que es la más acertada si hablamos del manga. La obra en el transcurso de sus 6 tomos nos muestra las consecuencias de la destrucción ambiental, y el cómo la humanidad intenta abarcar todo el territorio que le sea posible para sobrevivir, con todo lo que ello implica; conflicto, guerra y muerte. A pesar de que el trazo de Miyazaki nos presenta unos diseños algo infantiles, lo cierto es que está historia no lo es en lo absoluto, y eso es algo que me estuvo sorprendiendo mientras avanzaba la lectura. Porque se nos cuenta sútilmente el dolor que trae consigo el enfrentamiento bélico y la degradación del medioambiente.
Eso sí, se nos es repetido una y otra vez los pensamientos Greenpeace en la cara, y el cómo los humanos somos seres dañinos para el planeta. Aunque los ideales ecologistas y conservadores no son algo que considere del todo malo, me parece molesto el hecho de que la historia me intente contar un mensaje así de una forma tan redundante, pues es algo que se deja entrever con claridad ya de por sí.
Si hay algo que debo resaltar, sería el gran trabajo que realizo Miyazaki en términos de ilustración. En las primeras páginas me quede asombrado ante el trabajo tan meticuloso en los fondos. No tiene empacho en hacer detalles, mostrando el lado más hermoso de la naturaleza... eso hizo que, visualmente hablando, el manga envejeciera bastante bien. Más tomando en cuenta que su trayectoría empezó en 1982 y termino en 1994... hace casi 40 años.
Además, el mundo de este manga es algo único. Aunque hay cierto parentezco visual con la saga de videojuegos The Legend of Zelda, lo cierto es que esto es algo distinto es muchos sentidos... se supone que estamos en un futuro post-apocáliptico, donde las condiciones infrahumanas traen consigo una notable inestabilidad. Esas características tecnologicas se complementan sútilmente con la naturaleza y la devastación que rodea la tierra, creando un ambiente mágico y muy propio. Hay grandes naciones, muchas especies de animales e insectos distintivas a otras obras, una gran mitología, personajes interesantes y ciertas características misticas y sobrenaturales. Todo esto, contado en algo más de seis volúmenes, los cuáles, aunque densos, sorprenden por su gran y extenso mundo.
El caso de Nausicaä se repitió luego en Akira; la película fue escrita y dirigida por el mismo autor, y fue estrenada antes de la culminación de la historia original, esto haciendo que sea, por supuesto, una obra distinta en muchos sentidos. Esto no es del todo malo, pues la película es capaz de brillar por cuenta propia, y sirve también cómo un buen complemento del manga.
La animación es bastante bonita y ha envejecido bien. No es tampoco una bestialidad en fluidez y detalles, pues si se le compará con la obra que intento adaptar, en lo visual no hay comparación, pero no ello no lo veo cómo un argumento para criticarla. Los diseños son más limpios y algunas escenas se ven espectaculares de está forma, por lo que la película funciona bien es este sentido. Supongo que, también, fue una gran innovación en aquella época, estableciendo un estándar de cálidad del que luego Studio Ghibli seguiría y renovaría durante los próximos años.
En cuánto a la historia, por supuesto, es infinitamente menos detallada y ambiciosa que el manga, adapta parte del primer tomo y se toma muchas libertades en su desarrollo e inventada conclusión, dejando el resto en el tintero. Pero ojo, no quiero decir con esto que la película hizo un mal trabajo... todo lo contrario, pues siento que algunas escenas estuvieron mejor planteadas aquí, especialmente las emotivas. También cabe resaltar que la película se desenvuelve en su narración que el manga, pues creo que este último fue algo sofocante en su narración, teniendo que pausar mi lectura en más de una ocasión por su densidad.
Haré una pequeña mención a la banda sonora compuesta por Joe Hisaishi, puesto que me parece memorable y fantástica en muchas formas. Tiene alguna especie de... toque esperanzador que me cautiva y me pone sentimental. Los toques espirituales y eléctronicos en sus canciones convergen de una forma armoniosa perfecta para esta película.
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Sí estás leyendo esto y tienes cierto conocimiento sobre la industria del anime, no te parecerá desconocido el nombre de Hayao Miyazaki; no es para menos, pues fue el co-fundador de Studio Ghibli (スタジオジブリ), una de las casas animadoras más prestigiosas del mundo, y además, el autor y escritor de multitud de historias reconocidas a nivel mundial... que no he visto, cabe resaltar.
Con esa cuestión en mente, me puse a investigar sobre su filmografía, y me percaté de que todo empezó cuándo el señor Miyazaki concibió un manga llamado Nausicaä del Valle del Viento (風の谷のナウシカ), del cuál derivó una película homonima que serviría cómo catapulta para la creación de Ghibli. Sin más, me decidí a echarle un vistazo a está historia para hablar sobre ella en este blog, y así, motivarme a reseñar el resto de películas del reconocido estudio para mi propio disfrute.
Han pasado mil años desde los "7 días de fuego".
Después de una industralización desmedida, la humanidad sobrevive a duras penas junto a una enorme contaminación. Es en este mundo, el cuál se encuentra en guerra, donde nuestra protagonista, Nausicaä, princesa del Valle del Viento, vive. Con sus poderes sobrenaturales, ella es capaz de trascender la mente, teniendo la capacidad de hablar con los animales e insectos. Ella deberá mantenerse en pié ante una civilización devastada y amenazada por la naturaleza, la cuál ahora reclama su autentico lugar, al mismo tiempo que otros humanos buscarán destruirla. ¿Los humanos aprenderán de sus errores, o estarán destinados a la extinción?
La premisa que les acabo de contar creo que es la más acertada si hablamos del manga. La obra en el transcurso de sus 6 tomos nos muestra las consecuencias de la destrucción ambiental, y el cómo la humanidad intenta abarcar todo el territorio que le sea posible para sobrevivir, con todo lo que ello implica; conflicto, guerra y muerte. A pesar de que el trazo de Miyazaki nos presenta unos diseños algo infantiles, lo cierto es que está historia no lo es en lo absoluto, y eso es algo que me estuvo sorprendiendo mientras avanzaba la lectura. Porque se nos cuenta sútilmente el dolor que trae consigo el enfrentamiento bélico y la degradación del medioambiente.
Eso sí, se nos es repetido una y otra vez los pensamientos Greenpeace en la cara, y el cómo los humanos somos seres dañinos para el planeta. Aunque los ideales ecologistas y conservadores no son algo que considere del todo malo, me parece molesto el hecho de que la historia me intente contar un mensaje así de una forma tan redundante, pues es algo que se deja entrever con claridad ya de por sí.
Si hay algo que debo resaltar, sería el gran trabajo que realizo Miyazaki en términos de ilustración. En las primeras páginas me quede asombrado ante el trabajo tan meticuloso en los fondos. No tiene empacho en hacer detalles, mostrando el lado más hermoso de la naturaleza... eso hizo que, visualmente hablando, el manga envejeciera bastante bien. Más tomando en cuenta que su trayectoría empezó en 1982 y termino en 1994... hace casi 40 años.Además, el mundo de este manga es algo único. Aunque hay cierto parentezco visual con la saga de videojuegos The Legend of Zelda, lo cierto es que esto es algo distinto es muchos sentidos... se supone que estamos en un futuro post-apocáliptico, donde las condiciones infrahumanas traen consigo una notable inestabilidad. Esas características tecnologicas se complementan sútilmente con la naturaleza y la devastación que rodea la tierra, creando un ambiente mágico y muy propio. Hay grandes naciones, muchas especies de animales e insectos distintivas a otras obras, una gran mitología, personajes interesantes y ciertas características misticas y sobrenaturales. Todo esto, contado en algo más de seis volúmenes, los cuáles, aunque densos, sorprenden por su gran y extenso mundo.
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El caso de Nausicaä se repitió luego en Akira; la película fue escrita y dirigida por el mismo autor, y fue estrenada antes de la culminación de la historia original, esto haciendo que sea, por supuesto, una obra distinta en muchos sentidos. Esto no es del todo malo, pues la película es capaz de brillar por cuenta propia, y sirve también cómo un buen complemento del manga.
La animación es bastante bonita y ha envejecido bien. No es tampoco una bestialidad en fluidez y detalles, pues si se le compará con la obra que intento adaptar, en lo visual no hay comparación, pero no ello no lo veo cómo un argumento para criticarla. Los diseños son más limpios y algunas escenas se ven espectaculares de está forma, por lo que la película funciona bien es este sentido. Supongo que, también, fue una gran innovación en aquella época, estableciendo un estándar de cálidad del que luego Studio Ghibli seguiría y renovaría durante los próximos años.
Haré una pequeña mención a la banda sonora compuesta por Joe Hisaishi, puesto que me parece memorable y fantástica en muchas formas. Tiene alguna especie de... toque esperanzador que me cautiva y me pone sentimental. Los toques espirituales y eléctronicos en sus canciones convergen de una forma armoniosa perfecta para esta película.
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Para concluir, debo de decir que, aunque el manga y el anime funcionen de forma distinta, las dos obras en conjunto me parecen bastante buenas, y comparten los mismos méritos. Las disfrute de igual forma, y creo que cada una aprovecha muy bien sus medios a pesar de su haber sido creadas en una época ya lejana. Recomendaría ver primero la película, pues el manga se puede hacer algo pesado sin un conocimiento previo, sirviendo cómo un empujón si estás interesado.
En fin, una gran obra de un creador que da la impresión de que tiene un gran ingenio e imaginación. Espero mucho de sus otras historias...
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