Ninja Scroll: determinación en la sangre.
La verdad es que los trabajos de Kawajiri me fascinan. Esta sería la segunda de tres entradas que pienso dedicarle, y cómo ya hablamos de 'romance' y 'vampiros', hoy toca un platillo algo más nipón.
Estamos ante una historia que no necesitas verla dos veces para entenderla. Quizá haga falta un poco de contexto por todo el tema de los términos japoneses, pero más allá de ello, es una historia lineal y simple, más no menos efectiva. Quizá la cinta trate sobre el protagonista y sus pocos aliados abriéndose paso hacía el antagonista con los asesinos de este interfiriendo en su viaje, pero eso no significa que los primeros mencionados no sientan emociones. Por sí solos tienen carisma, siendo Jubei un personaje badass que sin importar la paliza que le den no deja de ser genial, y Kagero un personaje femenino fuerte en un mundo donde la misoginia predomina. Su relación es curiosa, pues se va desarrollando mientras el filme avanza... a pasos algo agigantados, eso sí, pero con unas ramificaciones interesantes que les dan cierto valor emocional, puesto que los dos son diferentes, y a la vez, iguales. Ah, y está el maldito viejo ruco de Dakuan, que la verdad, no se si amarlo o odiarlo. La historia es simple pero efectiva, te cuenta lo que te quiere contar y la narrativa es bastante llevadera.
El ambiente que nos brinda la película es realmente genial... una atmósfera propia de la época, donde podemos ver todo tipo de simbologías y atributos del Japón pasado. Los hermosos paisajes y fondos y el diseño de los personajes se apropian de esto, complementándose con los aspectos más mitológicos cómo es el caso de los Guerreros Kimon, que tienen todo tipo de poderes cada uno más excéntrico y vistoso que el anterior. Esto último está tan bien planteado que ni siquiera se siente fuera de lugar, uniendo lo real con lo fantástico en un estilo antiguo y natural, llevado de la mano con una buena banda sonora que queda bien en cada ocasión, ya sea tranquila, emocional o tensa. Y si hay algo que tengo que resaltar, es la gran cantidad de sangre y desnudos... la verdad es, que aunque sobren, creo que esto fue uno de los motivos del éxito que llegó a tener está película. La particularidad del anime noventero fue eso mismo, y de igual forma, también nos da a entender que la sociedad establecida en el filme es, en muchas formas, inmoral y caótica. La violencia y el sexo explicito de la película resalta dentro de una ambientación armoniosa.
La animación es sublime, deslumbrante, preciosa y detallada. No es para menos, si ponemos en una misma formula al estudio MADHOUSE y a Yoshiaki Kawajiri, director de Vampire Hunter D: Bloodlust y Wicked City, algo bueno saldrá de allí. Siendo una producción de 1993, la fluidez de los movimientos en sus escenas de acción es impresionante tomando en cuenta los lujos que se da para mostrar todo tipo de sombreados y detalles fotograma por fotograma... aunque hay escenas donde las cosas pasan tan rápido que uno ni se ha enterado de lo que ha pasado... es esencial estar al pendiente y no parpadear más de lo necesario, porque existe la posibilidad que te pierdas entre tanto movimiento. El uso imaginativo de los ángulos es de resaltar, especialmente en ciertas peleas donde se aprovechan los poderes de ciertos personajes para destacar sus habilidades tan particulares. Además, vuelvo a resaltar la violencia, pues su crudeza genera un impacto visual increíble en el espectador. En el apartado artístico la película está tan bien cuidada, que se puede tomar cómo todo un referente.
Me he interesado mucho por los animes que han tenido éxito en nuestro lado del charco. Uno no necesita fijarse mucho para darse cuenta de lo increíblemente extraño que puede llegar a ser Japón y su cultura, y que su arte llegué a brillar tanto o más que otras obras que están más cercanas a nosotros me parece curioso e intrigante. Con ello, he investigado y me he encontrado con cosas varias cositas interesantes, las que me motivaron a redactar aquí en este blog.
Con esto en mente, hoy me ha provocado hablar sobre Ninja Scroll (獣兵衛忍風帖 Jūbē Ninpūchō), porque quiero que este espacio dentro de Internet sea cómo esa caja de botargas que tiene tu hermano mayor llena de monos chinos viejos de bajo framerate y películas que quizá nadie que conozcas se vaya a ver en su vida si tu no existes. Es lo que más me apasiona, y es bastante satisfactorio escribir un artículo sobre lo que pienso para ver sí, de casualidad, te llama la atención... es la mejor forma que tengo para desahogarme, vamos.
Pero ya basta de sentimentalismos, que aquí lo que importa es ver cuerpos desmembrados volando y chorreando litros de sangre con desnudos de por medio. Pongamos el VHS de una vez.
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En el período Edo de una Japón feudal, llena de clanes y espíritus, el rōnin camina contra la fuerte brisa.
Inspirado en un evento histórico real, el shogunato Tokugawa se enfrenta a diversos clanes que buscaban derrocarles del poder. Nuestro solitario protagonista, Jubei Kibagami, se verá envuelto en estos acontecimientos después de que el Señor de las Tinieblas contrate a los Ocho Guerreros de Kimon (un grupo de asesinos con habilidades sobrenaturales) en un intento de tumbar el actual imperio shogun. No estará sólo, pues se cruzará con diversos personajes que lo acompañarán en su trágico viaje, donde la muerte lo persigue y fluye por sus venas...
Estamos ante una historia que no necesitas verla dos veces para entenderla. Quizá haga falta un poco de contexto por todo el tema de los términos japoneses, pero más allá de ello, es una historia lineal y simple, más no menos efectiva. Quizá la cinta trate sobre el protagonista y sus pocos aliados abriéndose paso hacía el antagonista con los asesinos de este interfiriendo en su viaje, pero eso no significa que los primeros mencionados no sientan emociones. Por sí solos tienen carisma, siendo Jubei un personaje badass que sin importar la paliza que le den no deja de ser genial, y Kagero un personaje femenino fuerte en un mundo donde la misoginia predomina. Su relación es curiosa, pues se va desarrollando mientras el filme avanza... a pasos algo agigantados, eso sí, pero con unas ramificaciones interesantes que les dan cierto valor emocional, puesto que los dos son diferentes, y a la vez, iguales. Ah, y está el maldito viejo ruco de Dakuan, que la verdad, no se si amarlo o odiarlo. La historia es simple pero efectiva, te cuenta lo que te quiere contar y la narrativa es bastante llevadera.
El ambiente que nos brinda la película es realmente genial... una atmósfera propia de la época, donde podemos ver todo tipo de simbologías y atributos del Japón pasado. Los hermosos paisajes y fondos y el diseño de los personajes se apropian de esto, complementándose con los aspectos más mitológicos cómo es el caso de los Guerreros Kimon, que tienen todo tipo de poderes cada uno más excéntrico y vistoso que el anterior. Esto último está tan bien planteado que ni siquiera se siente fuera de lugar, uniendo lo real con lo fantástico en un estilo antiguo y natural, llevado de la mano con una buena banda sonora que queda bien en cada ocasión, ya sea tranquila, emocional o tensa. Y si hay algo que tengo que resaltar, es la gran cantidad de sangre y desnudos... la verdad es, que aunque sobren, creo que esto fue uno de los motivos del éxito que llegó a tener está película. La particularidad del anime noventero fue eso mismo, y de igual forma, también nos da a entender que la sociedad establecida en el filme es, en muchas formas, inmoral y caótica. La violencia y el sexo explicito de la película resalta dentro de una ambientación armoniosa.
Ayy... y la animación... dios mío, la animación.
La animación es sublime, deslumbrante, preciosa y detallada. No es para menos, si ponemos en una misma formula al estudio MADHOUSE y a Yoshiaki Kawajiri, director de Vampire Hunter D: Bloodlust y Wicked City, algo bueno saldrá de allí. Siendo una producción de 1993, la fluidez de los movimientos en sus escenas de acción es impresionante tomando en cuenta los lujos que se da para mostrar todo tipo de sombreados y detalles fotograma por fotograma... aunque hay escenas donde las cosas pasan tan rápido que uno ni se ha enterado de lo que ha pasado... es esencial estar al pendiente y no parpadear más de lo necesario, porque existe la posibilidad que te pierdas entre tanto movimiento. El uso imaginativo de los ángulos es de resaltar, especialmente en ciertas peleas donde se aprovechan los poderes de ciertos personajes para destacar sus habilidades tan particulares. Además, vuelvo a resaltar la violencia, pues su crudeza genera un impacto visual increíble en el espectador. En el apartado artístico la película está tan bien cuidada, que se puede tomar cómo todo un referente.
A mi parecer, el artículo ha quedado algo corto... no podría añadir mucho más sin decir spoilers, pues la película va directo al grano sobre lo que te quiere contar, y eso es bastante bueno a su manera. Son una hora y media de acción de primera clase, donde es muy difícil aburrirse realmente, y en eso teje en segundo plano relaciones con las que, a pesar de no tener mucho tiempo en pantalla, se puede conectar. Estamos ante todo un clásico, y sin duda alguna, es algo que deberías de ver al menos una vez.
7.5/10
Con una cinematografía destacable, está película refleja muchos de los elementos que construyen una historia simple, pero efectiva. Un clásico que resalta por no tener filtro, y por mostrarnos algo de cultura extranjera de manera universal.
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